Oscar y Daniel

Oscar y Daniel

Desde: 🇨🇱 Chile + 🇩🇪 Alemania

Edades: 40 y 42

Idiomas hablados: español, alemán

Ubicación actual: Múnich, Alemania

Niños: Leo y Tomás (gemelos adoptados, 5 años)

Historia: Padres gays que crían a sus hijos con español y alemán mediante una rutina híbrida. Dependen de audiolibros, estanterías rotativas y viajes frecuentes a Chile.


¿Puedes describir los antecedentes lingüísticos de tu familia?
Oscar es originario de Santiago y habla español chileno. Daniel es de Múnich y su lengua materna es el alemán, pero también habla inglés con fluidez y algo de francés. El español y el alemán son los principales idiomas de la familia.

¿Qué idiomas utilizáis, cómo y dónde y cómo decidisteis esa mezcla?
El alemán predomina fuera de casa, así que decidimos priorizar el español dentro. Daniel habla alemán a la hora de dormir y durante las rutinas, mientras que Oscar usa español durante el día. Ambos cambiamos según el contexto; es un híbrido, no una OPOL estricta.

¿Por qué es importante para usted enseñar esos idiomas?
Para Oscar, el español es un puente hacia su familia y su identidad cultural. Para Daniel, se trata de asegurar que los niños tengan raíces en Alemania, pero con puertas abiertas al mundo exterior. Ser bilingües les permitirá sentir que pertenecen a ambos lugares.

¿Cuándo decidió por primera vez criar a sus hijos de forma bilingüe?
Incluso antes de que la adopción fuera definitiva, sabíamos que queríamos que nuestros hijos crecieran con ambos idiomas como parte de su formación.

¿Seguiste una estrategia específica (por ejemplo, OPOL, ML@H) o evolucionó naturalmente?
Empezamos con OPOL, pero evolucionó hacia una rutina más flexible. Oscar se encarga de la mayoría de las rutinas diurnas y habla español, mientras que Daniel se encarga de las rutinas nocturnas y el contacto con la escuela, que se realizan en alemán. Lo llamamos "flexibilidad estructurada".

¿Cuáles fueron sus mayores preocupaciones al principio y cómo se desarrollaron con el tiempo?
Nos preocupaba que rechazaran el español, ya que todo a su alrededor está en alemán. Al principio, fue un proceso lento, pero una vez que introdujimos audiolibros en español y empezamos a viajar regularmente a Chile, todo encajó.

¿Qué te ayudó a mantener la constancia en el uso de ambos idiomas? ¿Cuál es tu rutina?
Usamos estanterías rotativas: libros en alemán una semana, en español la siguiente. También escuchamos audiolibros en español durante el desayuno y usamos el alemán en la escuela y con amigos de la zona. Las pistas visuales nos ayudan a seguir el patrón.

¿Ha cambiado su enfoque a medida que su hijo crece?
Definitivamente. A medida que se volvieron más sociables, el alemán se impuso de forma natural. Hemos redoblado el tiempo que pasamos en español en casa y ahora hablamos por FaceTime con la familia de Oscar en Chile todos los domingos para que siga vivo.

¿Cómo maneja usted la resistencia o cuando su hijo prefiere un idioma?
No lo forzamos. Si responden en alemán, Óscar simplemente continúa en español. La clave no es convertirlo en una "regla", sino en algo normal y cariñoso. También hacemos que el español sea "especial" con juegos, música y dulces chilenos.

¿Ha experimentado algún momento de avance o de orgullo en su desarrollo del lenguaje?
Sí, la primera vez que le tradujeron una frase a un amigo en la escuela. Uno de ellos dijo: «Mi papá dijo eso en español, ahora te lo diré en alemán». Fue un momento de orgullo.

¿Qué papel ha desempeñado su familia extendida o su comunidad al apoyar (o desafiar) sus metas?
La familia de Oscar en Chile lo apoya plenamente y le envía libros, mensajes de voz y canciones. Los padres de Daniel se mostraron escépticos al principio, pero ahora les encanta oír a los niños mezclar ambos idiomas. Nuestra comunidad local de Múnich es generalmente positiva, pero está sorprendida.

¿Tienes una anécdota divertida o inesperada de tu experiencia bilingüe? Nos encantaría escucharla.
Uno de los niños llamó a un mapache "el ladrón peludo" después de leer un cuento para dormir. Se les quedó grabado, ¡y ahora nuestros vecinos también usan el término!

¿Alguna vez has sentido presión (interna o externa) por tus objetivos bilingües?
Sí, a veces parece que estamos "luchando contra la corriente" porque todo a su alrededor está en alemán. Pero nos recordamos: el progreso es lento, pero real.

¿Sientes que tu hijo se conecta emocional o culturalmente con ambos idiomas?
Sí, cuando estamos en Chile, se les ilumina la cara. Están orgullosos de poder entender y hablar con sus primos. Al mismo tiempo, se sienten seguros en alemán, lo cual es crucial para la escuela y la vida social.

¿Cuál ha sido el desafío más inesperado?
Darse cuenta del esfuerzo que requiere hacer que la lengua minoritaria sea divertida. No se trata solo de hablar, se trata de... creando recuerdos en ese idioma.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de forma positiva?
Cómo se ayudan los chicos. A veces, un gemelo corrige al otro con cariño en español o lo anima cuando el otro recuerda una palabra. Su trabajo en equipo nos impulsa a seguir adelante.

¿Qué tecnología u otros recursos utiliza para apoyar el aprendizaje de idiomas?
Audiolibros (apps para leer cuentos), listas de reproducción de Spotify, dibujos animados en español en YouTube y una estantería rotativa. También usamos WhatsApp para recibir mensajes de voz semanales de la familia de Oscar.

¿Los entornos escolares o de cuidado infantil han ayudado o dificultado el proceso?
Mayormente neutrales. Su jardín de infancia es 100% en alemán, pero el personal los apoya. Una maestra incluso empezó a aprender saludos en español para saludarlos correctamente.

Si pudieras hacer una cosa diferente ¿qué sería?
Introducir más actividades de la vida real desde el principio, tal vez un grupo de juego hispanohablante. Al principio nos centramos demasiado en los libros y perdimos el lado social.

¿Qué consejo le darías a otros padres que están empezando?
Elige un método que se adapte a tu estilo de vida, no uno que suene perfecto. Sé flexible, lúdico y celebra los pequeños logros. El idioma no es solo gramática: es familia, cultura y conexión.


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